Dos hermanos en lo más alto del arbitraje
En la edición de Enero de 2015 de la revista de la RFEF se puede leer una muy completa e interesante entrevista a dos hermanos que han llegado a lo más alto del arbitraje. Son los hermanos Martínez Munuera que desde principios de años están de enhorabuena porque son los nuevos árbitros internacionales. Se conocen, como no podía ser de otra manera, a la perfección. Se miran y ya saben lo que hay que hacer. Juan, el árbitro y Miguel, el asistente. Y a buen seguro que darán que hablar, para bien de nuestro arbitraje.
Ahora ambos han visto su sueño hecho realidad. A continuación os dejamos la entrevista integra para conocer un poco más de cerca a estos dos titanes que desde el pasado mes de Enero representan el arbitraje de la Comunidad Valenciana y de España por los campos de toda Europa .
– ¿Ser árbitro internacional es un sueño cumplido?
Juan Martínez Munuera: Es de esos sueños que se tienen cuando uno está en el mundo del arbitraje, pero que ves tan lejano que parece que nunca puede llegar y, ahora lo podemos disfrutar una vez que se ha cumplido.
Miguel Martínez Munuera: En mi caso ser asistente internacional es una meta alcanzada, claro está, y ahora quedan muchas cosas por hacer.
– ¿Cómo y cuándo empezó este sueño?
J.M.M.: Empezó con tan solo 11 años. Jugaba al fútbol y la verdad es que no era nada bueno, aunque me apasionaba todo el mundo que estaba relacionado con el fútbol.
M.M.M.: Pues todo empezó a los 12 años, uno más tarde que mi hermano. Todo formó parte de una tradición familiar reciente.
– ¿Quién les convenció para ser árbitro?
J.M.M.: Mi padre, que era árbitro, me dijo que por qué no intentaba serlo yo también. Me animó diciendo que era otro modo de hacer deporte dentro del mundo del fútbol y le hice caso, aunque mi pasión por jugar me hizo alternarlo con el Fútbol Sala donde resulté no ser tan malo (jajaja), pero donde tras 10 años jugado, al final tuve que dejarlo ya que tenía que elegir una cosa u otra. Y lo cierto es que parece que no me equivoqué (jajaja).
M.M.M.: No fue necesario que me convenciera nadie. Era algo que se vivía a diario en casa desde pequeño y, al final, sin darte cuenta, te ves envuelto en este maravilloso mundo.
– Hasta llegar a Primera División y luego a la internacionalidad habrán pasado por todas las categorías, ¿Ha sido un trayecto muy duro?
J.M.M.: la verdad es que sí ha sido muy duro. Pasé por todas las categorías en las que nunca estuve menos de dos temporadas en cada una, con lo que he llegado a ser internacional tras 21 temporadas de arbitraje. Ha sido mucho esfuerzo, muchas pruebas físicas, exámenes y el sacrificio de cosas o sitios que no has podido hacer o ir.
M.M.M.: Por supuesto. El camino del arbitraje no es nada fácil. Cada categoría es muy diferente a la anterior y hay que estar siempre preparado y amoldarse a ella con celeridad. Debes de estar siempre en continua formación, esforzándote al máximo.
– ¿Qué es lo que más les gusta del arbitraje?
J.M.M.: Es un mundo muy bonito cuando estás dentro, aunque desde fuera parezca que no es así. Me quedo con todo. En mi caso, el arbitraje me ha ayudado a formarme como persona, como profesional, etc… ha sido parte de mi educación y me siento orgulloso de ello.
M.M.M.: Todo en general. El día a día, la preparación de partidos, los entrenamientos y sobre todo diría que es su originalidad. Cuando te preguntan si eres deportista o a qué te dedicas se pueden esperar muchas respuestas, pero nadie espera la de “Soy árbitro”. Con esa respuesta vienen asociadas unas cuantas preguntas más.
– Estarán de acuerdo en que es una profesión en la que árbitro cae mal a todo el mundo.
J.M.M.: Sinceramente, no creo que le caigamos mal a todo el mundo. Esto es como en la vida en general, habrá gente a la que le caigas mejor y a otra peor. En nuestro caso puede haber gente contente o descontenta con tu trabajo en determinados momentos y la mayoría de ocasiones estamos en el ojo del huracán, pero hay muchas personas ligadas al mundo del fútbol que yo creo que nos aprecia realmente.
M.M.M.: Pienso también que somos respetados por gran parte del fútbol. Hay gente a la que caemos bien, se dan cuenta que somos personas normales con un trabajo distinto dentro del fútbol que al final deben comprender y entiendo que no sea nada fácil hacerlo.
– ¿Merece la pena?
J.M.M.: Sin duda. Personalmente he vivido todos los aspectos del mundo del arbitraje y creo que hoy en día no los cambiaría por nada. Viví el arbitraje de muchos años atrás a través de mi padre que me llevaba con él a sus partidos y hoy en día sigo disfrutando de una manera diferente a lo que hacían ellos.
M.M.M.: Claro que sí. El arbitraje, al fin y al cabo, es una parte fundamental del fútbol, no se podría jugar sin esa figura y a mí me satisface enormemente pertenecer a él.
– El arbitraje hoy día está muy profesionalizado, ¿estudian a los equipos a los que tienen que dirigir?
J.M.M.: Sí. El fútbol hoy día es muy rápido, táctico, los jugadores tienen una calidad descomunal y todo lo que pueda facilitarte la labor dentro del terreno de juego debes llevarlo a la práctica, ya sea estudiando equipos, movimientos, etc.
M.M.M.: Ahora mismo los árbitros realizamos un trabajo increíble elaborado por nosotros mismos, tanto individual como en equipo durante toda la semana para que el partido salga lo mejor posible. Gracias a los medios que disponemos, hoy en día es un trabajo mucho menos costoso de realizar.
– ¿Cuál es la jugada más difícil para un árbitro y un asistente, en el caso de Miguel?
J.M.M.: Como te he comentado antes, el fútbol es muy rápido y tanto los fueras de juego para los asistentes, como las jugadas que se producen a gran velocidad, tienen una gran dificultad.
M.M.M.: Para mí, como asistente, está claro que hay ciertos fueras de juego con una dificultad pasmosa, pero dentro de estos hay jugadas muy rápidas dentro del área con mucha gente, que el balón va y viene, rebota y luego entra o no. Son jugadas de una complejidad que a veces ni estando en casa sentado tranquilamente y viéndolas repetidas desde todos los ángulos posibles podrías decir.
– ¿Están preparados para soportar toda la presión a la que están sometidos?
J.M.M.: Sin lugar a dudas. Pero bien es cierto que esto es lo que he querido siempre y ahora que lo tengo voy a disfrutar trabajando día a día en algo que me ha apasionado siempre.
M.M.M.: La presión a estos niveles es una presión diferente, pero nosotros ya somos profesionales curtidos en el mundo del fútbol y debemos saber llevarla con naturalidad. La presión está en la base, donde árbitros muy jóvenes que empiezan van cada fin de semana a campos donde apenas existe seguridad y deben soportar a algún que otro exaltado.
– ¿Hay partidos más importantes que otros, o todos son iguales?
J.M.M.: A estos niveles todos los partidos hay que prepararlos bien, con la concentración y motivación necesaria, aunque bien es cierto que hay partidos en los que los equipos se juegan ligas, puestos europeos, descensos, etc y ahí la motivación, prácticamente, viene sola.
M.M.M.: Hay partidos con más repercusión que otros, pero no más importantes. Todos los partidos merecen el mismo trato, aunque hay encuentros en los que los equipos apenas tienen margen de error o se juegan todo ahí, esa es la verdadera importancia.
– Los árbitros, en la actualidad, son perfectos atletas, ¿es más importante estar bien físicamente o psíquicamente?
J.M.M.: Ambas cualidades son muy importantes. De hecho, el Comité Técnico de Árbitros, pone todos los medios necesarios para que podamos estar siempre a un gran nivel en ambos aspectos. Los árbitros de hoy debemos estar preparados en todos los aspectos de la vida.
M.M.M.: ‘Anima Sana In Corpore Sano’. La salud del deportista, así como la de cualquier persona, consiste en el equilibrio físico, psicológico, social, etc. Todo desequilibrio que existe afecta al deportista como a cualquier persona.
– El arbitraje español es el único que tiene a cuatro árbitros en la Élite europea, ¿goza de buena salud?
J.M.M.: Esta es la mejor Liga del mundo y el arbitraje español está a su altura, siendo uno de los que más nivel tiene y que haya cuatro árbitros españoles en la máxima categoría dice mucho de ello.
M.M.M.: Indiscutiblemente. El ascenso de nuestro compañero Mateu es la mejor prueba de que el trabajo del Comité con los árbitros de fútbol es fructuoso y lleva una muy buena trayectoria, siendo los único que disponemos de cuatro árbitros en la Élite.
– Sin embargo son más valorados fuera de España que en nuestra Liga.
J.M.M.: No creo que sea siempre así. Pienso que en España habrá mucha gente que lo valorará como se merece.
M.M.M.: Nunca nadie valora lo que tiene, peor aún así, pienso que estamos valorados. Siempre se habla de árbitros de otras Ligas, pero realmente desconocemos el día a día de esas competiciones, si el fútbol es tan competitivo como aquí, etc.
– ¿En quién se fijaron para ser árbitro? ¿Cuál era su ídolo?
J.M.M.: A lo largo de los años me he fijado en muchos compañeros, sobre todo en los valencianos que eran los más cercanos y con los que compartía más tiempo. Siempre he intentado quedarme con lo bueno que han tenido cada uno para poder mejorar e ir evolucionando. Y a lo largo de los años hay mucha gente que me ha ayudado a ello y a la que estaré eternamente agradecido.
M.M.M.: Para ser árbitro, en mi familia. Mi padre y mi hermano ya lo eran antes que yo y son en los primeros en los que te fijas. Después, como chaval que eres, por la tele, te fijas en los árbitros, pero a mí no me gustaría quedarme con uno en particular, aprendí de todos y me quedaba con lo que me gustaba de cada uno.
– Y ahora, ¿hasta dónde?
J.M.M.: Hasta donde podamos. Vamos a trabajar continuamente, con ilusión, disfrutando de cada momento e intentado hacer siempre todo lo que esté en nuestra mano para poder llegar a lo máximo posible con humildad, esfuerzo, honestidad, generosidad y disciplina.
M.M.M.: Hasta donde pueda. No me pongo techo ni mucho menos, trabajo todos los días con la misma ilusión, disciplina y esfuerzo para poder seguir creciendo cada día más.
Desde la Asociación de Árbitros de Valencia les damos a los dos nuestra más sincera enhorabuena por el logro tan difícil de conseguir y les deseamos muchos éxitos en su carrera internacional.