¡Gracias, María Ángeles!

Los 11 de julio nos ha dejado efemérides históricas como un Eclipse Solar total en el año 1991 o el descubrimiento en China de los Guerreros de Xian en 1975.

 Y si nos vamos a lo estrictamente futbolístico, un 11 de julio empezó en Inglaterra la IX Copa Mundial o, como todos recordaréis, un 11 de julio en Johannesburgo, la selección española de fútbol se proclamaba campeona del mundo.

Pero también un 11 de julio, en la pequeña localidad de Soneja, en la provincia de Castellón, donde conviven apenas 1.500 personas, nacía nuestra protagonista. Allí pasó su infancia hasta que a los 11 años se mudó a la capital de la Comunidad Valenciana.

Pese a que parece que fue hace toda una vida, no fue hasta el año 1997 cuando ingresa en el Comité Técnico de Árbitros, año en el que vivió su primera convención, que tuvo lugar el 27 y 28 de diciembre.

Oropesa fue el lugar escogido para albergar aquella V Reunión Técnica Arbitral, en un complejo que fue inaugurado con ellos y en el que todavía quedaban partes sin terminar. Una instalación inacabada que parecía justificar todo aquello que todavía tenía que pasar en estos 21 años al frente la institución.

Aquel fue el inicio de un camino que nos ha llevado hasta el día de hoy. Un viaje que ha dejado innumerables anécdotas y personas a las que es difícil dejar en el olvido. Como por ejemplo Félix Birigay, que siempre le decía a nuestra protagonista que gracias a su entrada en el Comité había aprendido que los balones eran redondos y no cuadrados. Aprendió que los balones eran redondos, pero también todos los entresijos que comporta estar en la primera línea de un Comité, y que los árbitros somos al fin y al cabo personas corrientes, con nuestros hábitos, nuestros problemas y nuestras ilusiones.

Empezó haciendo de todo, y poco a poco fue creciendo, a la vez que “sus chicos”, como ella llama a sus árbitros, crecían con ella. Hasta el punto que muchos de ellos son padres hoy en día, convirtiéndola a ella en abuela.

Son tantas las experiencias vividas que es imposible condensarlas en una presentación. Pero en todas ellas están sus árbitros y también “sus chicas y chicos”, como le gusta referirse a sus administrativas, a los delegados y a las comisiones. Pero entre todo ese mar de recuerdos, es imposible olvidar a su cuñado, Emilio Estrelles, quien fue el culpable de todo.

En Oropesa empezó este incesante trayecto, durante la 5ª Convención Arbitral. La última fue el pasado mes de septiembre en Benidorm; la número 33.

Allí, a la otra punta de donde empezó todo, se cierra el círculo. Se pone el punto y aparte de una historia que continuará a partir de ahora fuera del Comité, pero en la que seguirán corriendo ríos de afecto y gratitud.

Porque su ausencia en el día a día del Comité nos va a dejar tan incompletos como lo estaba aquel lugar en el que empezó todo ese 27 de diciembre de 1997.

María Ángeles, GRACIAS por haber sido un pilar fundamental en nuestra labor, y por habernos enseñado a ser buenos árbitros, pero sobre todo, a ser mejores personas.

HASTA SIEMPRE. 

Estas han sido las palabras que le dedicaron los árbitros, representados por Jose Luis Lagardera Ventura, a María Ángeles en el día de su despedida. Tras 21 años dedicados al Comité y a los árbitros, este mes nuestra secretaria-jefa-mamá-abuela-compañera-amiga pone punto final a su carrera laboral en el Comité. Debido a ello, se ha celebrado hoy una comida homenaje en su honor en la que estuvieron presentes multitud de árbitros, delegados, vocales, colaboradores y administrativos del Comité, así como el presidente, secretario y el tesorero de la FFCV. Y por supuesto, en el día de su despedida, María Ángeles ha estado acompañada y arropada por todos ellos y por sus nietos y familiares.

Sin duda alguna, una bonita y muy emotiva manera de despedirse en la que todos han querido estar presentes para agradecerle su entrega y cariño y decirle que la echarán de menos.

Gracias, María Ángeles.